Aprender a comunicarnos: Construyendo relaciones funcionales

Por: Juan Coria

¿Aprender a comunicarnos? 

La comunicación es algo que está en nosotros, es una esencia y una necesidad. Así como respirar y beber aguas es la facultad de comunicarnos. Pero ¿se puede aprender? Como todo en la vida, el acto comunicativo está sujeto a perfección y son las personas que ponen la mirada en esto quienes terminan desarrollando relaciones más sanas. 

En primer lugar, nuestra sola existencia ya comunica. Cuando vinimos al vientre de nuestra madre, siendo apenas un embrión sin su sistema cognitivo desarrollado ya transmitíamos emociones así como despertábamos sensaciones sin siquiera saber hablar.

Desde el vientre, ya comunicamos. Hace no muchas décadas, una rama de la psicología comenzó a estudiar a la psiquis y su formación durante el embarazo. A esta área de la ciencia se le llama psicología prenatal. Los descubrimientos que se vienen haciendo son asombrosos. Tomas R. Verny, su creador, ha descubierto cómo la voz del padre sobre el bebé en formación establece un lazo afectivo más fuerte a la vez que, las señales de esa voz afectan de manera positiva al cerebro que se está desarrollando. De hecho el tacto, por el solo contacto de la mano del papá en el vientre de la mamá estimula el lazo afectivo entre ambos. 

Seres gregarios, la necesidad de relacionarnos

Nacemos en comunidad y vivimos en comunidad. Para venir al mundo, alguien nos ayudó a salir del vientre materno y, para dejar este mundo, alguien nos ayudará a irnos. Somos seres gregarios, esto quiere decir, que nuestra tendencia es vivir en grupos. Crecer, madurar, formar una familia, desarrollarnos profesionalmente, expandirnos espiritualmente y absolutamente todo lo que hagamos en la vida estará condicionado por nuestra capacidad de relacionarnos con las personas. Aquellos que más lejos lleguen en la vida, habrán aprendido a desarrollar vínculos saludables y fuertes. Inclusive, en las figuras más individuales como un tenista top ten, un corredor de fórmula 1, el actor de moda así como los CEO de las corporaciones más grandes del mundo, detrás de cada uno de ellos hay un grupo o equipo no visible quizá, pero sin el cual tales personas no habrían logrado lo que lograron. Elegir a las personas con las que te vas a relacionar es clave pero relacionarte bien es más importante aún. 

¿Por qué aprender algo que ya está en nosotros?

En canto y locución, los profesionales aprenden una respiración especial: costo-diafragmática. La mayoría de las personas, respiramos inconscientemente (aun cuando dormimos) y lo hacemos involuntariamente. El diafragma, es un músculo involuntario y voluntario a la vez. Es decir, podemos estimularlo para por ejemplo respirar con él. 

Con la comunicación sucede lo mismo, es involuntaria y voluntaria a la vez. Se vuelve voluntaria cuando nos hacemos conscientes de ella. Este es el principio para perfeccionarla. Y desde luego que podemos mejorar nuestra capacidad comunicativa. 

La salud comunicacional tiene que ver con la capacidad de comunicarnos sanamente. Desde luego que esto está directamente relacionado con la educación emocional.

Fuente: ayudaenlasemociones.com

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