Columna: Conócete a ti mismo, por Carlos Kamel

Llegamos a este mundo de improviso en una familia o entorno que pasa a ser nuestro mundo, nuestra verdad de la vida. 

Es así como nuestra vida comienza, en algunos casos con padres jóvenes con poca experiencia de la vida, con inestabilidad tanto económica como emocional, en otras situaciones nacen en una familia donde sus padres son ya más maduros y han avanzado en todos los frentes de la vida, en otras donde el padre no está presente, y así un millón de configuraciones reales de la vida, son en esas distintas configuraciones que vamos creciendo y viviendo nuestra vida asimilando verdades y realidades de acuerdo con los que nos tocó vivir desde que nacimos, vamos formado nuestras realidades, nuestra creencias, nuestros miedos todo esto de acuerdo con donde nos tocó nacer y crecer.

Las realidades que nos toca vivir sobre todo a temprana edad que es donde más se marca y se graba en nuestra mente consciente y subconsciente una forma de ser que es impuesta por nuestro entorno, principalmente por nuestros padres, luego hermanos, amigos, vecinos y un largo etcétera, a medida que vamos creciendo somos una esponja que absorbe todo y lo ve como una realidad que no se cuestiona, y a cierta edad ya no permite mucho o al menos con facilidad tomar nuevas formas de pensar, es así como configuramos nuestros patrones, nuestras creencias en todas las áreas maestras  Amor, Dinero y Salud.

En programación neurolingüística se dice que el mapa no es el territorio, es decir lo que para nosotros es la realidad no necesariamente lo es, es nuestra manera de ver el entorno a través de nuestros ojos y por supuesto todos tenemos distintas formas de verlo, interpretamos las vivencias diarias de acuerdo a nuestro mapa a lo que nos enseñaron a lo que vimos a lo que nos tocó vivir.

Conocerse a sí mismo, es sin duda una obligación para descubrir nuestra esencia, a que vinimos, cual es nuestro propósito en la vida.

Conócete a ti mismo es una frase de la antigua Grecia esta frase es de Sócrates, esta atribuida a varios sabios de la antigüedad, tanto así que estaba escrita en un pórtico en el templo de Delfos ellos lo consideraban un principio fundamental para alcanzar la sabiduría y armonía con el universo.

Lao-Tsé: «El que conoce a los demás es sabio; el que se conoce a sí mismo está iluminado.» –

Conocerse a uno mismo es vital para comenzar a vivir una vida desde el propósito, conectar nuestro corazón, nuestra alma, nuestra mente en un solo sentido, es ahí cuando la vida toma un gusto maravilloso y se hace natural vivir en ese gozo constante que es lo que tanto bien nos hace y tantas buenas cosas empezamos a atraer.

¿Como hacer para conocernos?
¡Te veo en la próxima, te quiero! ¡Un Abrazo!

CARLOS KAMEL 
Desarrollo y Transformación Personal
MÁS ALLÁ DE TUS LIMITES

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *